miércoles, 3 de marzo de 2010

Regreso de la Amazonia peruana


Recientemente he regresado de mi último proyecto fotográfico en Perú, centrado básicamente en la Amazonia del sur del país, que es uno de los lugares más biodiversos del mundo y sin duda una de las mejores regiones amazónicas que pueden visitarse.

Como muchos sabréis, este año el monzón se ha cebado especialmente en algunas áreas de Perú. Allí me pilló realizando mi trabajo, y lo complicó enormemente. Además de las dificultades que la lluvia ya acarrea por sí misma, la fauna se vuelve más esquiva ante tales cantidades de agua, y las oportunidades que reúnen las condiciones óptimas para fotografiarla se vuelven aún más escasas de lo habitual. Además, trabajar bajo la lluvia en las condiciones de extrema humedad que caracterizan a la selva supone un duro trato para el equipo, que me ha costado numerosas bajas y averías en el mismo.

Precisamente este intenso monzón (y los retrasos que me ha supuesto) me ha impedido realizar algunas actividades. Así pues, Machu Pichu, que se encuentra absolutamente inaccesible por las lluvias, el lago Titicaca y el submarinismo y fotografía subacuática con leones marino han quedado como temas pendientes para una segunda visita.

Pese a todo, he descubierto regiones fascinantes y he podido fotografiar algunas maravillas del sur de Perú. Este viaje me ha llevado desde la fotografia de leones marinos en la costa hasta el sobrevuelo de las enigmáticas líneas de nazca, pasando por la escalada de remotas cimas andinas de más de 6000 metros o la cansada navegación en canoa por el interesante lago Sandoval para fotografiar a las amenazadas nutrias gigantes. Monté un sistema de cuerdas para trepar a una ceiba (árbol) centenaria a más de 45 metros de altura para fotografiar sobre el dosel, usé precarias balsas de troncos para vadear zonas pantanosas con intención de tomar imágenes de algunas aves acuáticas y construí una plataforma elevada desde la que fotografiar nocturnamente a tapires y otros mamíferos en una collpa.

He podido explorar las regiones selváticas de Tambopata y del Manu. El primero consiste en la más típica amazonia de las tierras bajas. En él pueden apreciarse, como espectáculo destacado, bandadas de guacamayos que acuden a taludes de arena (collpas), donde comen sales que les ayudan en su digestión. Del Manu se dice que es el parque más biodiverso del mundo y bién podría ser cierto. Con una gradación de altitud que va desde los 3300 hasta los 500 metros ofrece una gran variedad de hábitats que van desde zonas casi esteparias, a las tierras bajas pasando por el bosque nuboso. Cobija más de 1000 especies de aves que se distribuyen en función de las diferentes alturas y hábitats. La expedición al mismo supuso cierta infraestructura al requerirse vehículos y embarcaciones y toda la provisión de comida para los días que duró. Los resultados y la experiencia valieron la pena.

También dedique algunos dias a la visita de algunos restos incas y de los muchos enigmas sin solución que éstos y otras culturas precolombinas han dejado en Perú: Las enigmáticas lineas de Nazca, figuras de centenares de metros dibujadas en el desierto, las piedras de Ica, en que aparecen hombres conviviendo con dinosaurios, la perfección de los muros incas, tallados con gran precisión y edificados sin el uso de argamasa (y sin el conocimiento de la rueda), o soldaduras de metales en frio, por poner agunos ejemplos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario