Datos toma
Perú 2010. RAW. 105
mm macro. Enfoque Manual. Prioridad Abertura. ISO 400. f/6,3. 1/2 seg. WB día.
Medición matricial. Flash. Trípode.
Cable disparador. Revelada en Lightroom. Click para ampliar.
Condiciones y técnica.
Se trata de un hongo del género Cordyceps fotografiado en la amazonia peruana, en particular en el
parque nacional de Tambopata. Muchos hongos del género Cordyceps son parásitos de insectos. Algunos, incluso poseen la
habilidad de modificar la conducta de sus hospedadores mientras estos aún están
vivos. En esa fase, el micelio del parásito vive en el interior del huésped y
su presencia no es perceptible, pero invade el sistema nervioso del huésped y
le obliga a adoptar posiciones y
emplazamientos óptimos para la liberación de las esporas. Una vez esto ha
sucedido, el parásito mata al huésped y emerge entre las uniones del
exoesqueleto del insecto en este bonito espectáculo en que vida y muerte se dan
cita. Por si a algún amante de la
ciencia ficción le suena a algo, en la película “alien” la capacidad de alien
de “parasitar” humanos en su ciclo inicial de vida está inspirada en estos
hongos.
Fotográficamente hablando, la foto contaba con diversas
complicaciones, las típicas que se dan en macrofotografía. En primer lugar, la
composición que veis es pequeña, entre 1 y 1,5 cm para el insecto. Para abordar
la fotografía se utilizó un objetivo macro, que tienen la característica de
tener una distancia de enfoque muy pequeña permitiendo grandes ratios o ampliaciones.
En fotografía macro, la profundidad de campo es muy escasa. Por ello, se buscó
una composición en que los elementos de la imagen estuviesen aproximadamente
paralelos al plano focal, para lograr tenerlos a foco, ya que de otra forma no
era posible. Se utilizó el flash, subordinado a la luz ambiental, para rellenar
sombras y homogeneizar la iluminación en la escena, combinándola con la luz
ambiental, filtrada por las copas de los árboles de forma agradable en la
composición. Se eligió una abertura de 6,3 un iso 400 y una velocidad de ½ de
segundo. Todos estos valores responden a la búsqueda de un equilibrio entre
ganar profundidad de campo (cerrando el diafragma) pero intentando mantener una
cierta velocidad ya que, de vez en cuando, pequeñas rachas de aire movían la
hoja en que sucedía la escena (de ahí el elegir un iso superior al básico).
Otra forma de abordar la situación hubiese sido iluminando la escena por
completo con uno o más flashes. Esta opción independiza la velocidad del resto
de parámetros, pudiendo bajar la iso y cerrar más el diafragma sin sacrificar
la velocidad, al controlar la luz aportada por los flashes. En este caso, quise aprovechar la luz
ambiental y viendo que podía lograr la foto sin grandes perjuicios, opté por
hacerlo en vez de usar la luz del flash de forma principal. Otro pequeño truco,
para poder usar isos bajas y diafragmas cerrados sin sufrir por la velocidad es
usar pinzas o elementos que te permitan soportar la hoja, de forma que el
viento no le afecte. En este caso, yo no disponía de nada semejante.
Finalmente, como veréis en la siguiente foto, se eliminaron
elementos del fondo, como hojas y ramas caídas, que distraían la atención y que
no ofrecían un fondo conveniente, aun estando desenfocados. Un buen fondo es
vital para una buena fotografía.
Composición:
La composición es sencilla y está basada en el color y en la
forma. El verde intenso de la imagen en contraste con el naranja del hongo
crean un efecto de contraste interesante. Además lo sorprendente y curioso de
la escena despierta interés en el espectador, que trata de averiguar que sucede
en esta composición de hongo e insecto. Finalmente, la imagen tiene unas
proporciones muy cuidadas que responden a la conocida como serie de Fibonacci,
también llamada número de oro o proporción áurea. De esta proporción, de la que
se puede encontrar gran cantidad de información en la red, se puede extraer una
espiral de proporciones áurea. Esta espiral, se encuentra muy presente en la
naturaleza, ya que su forma es óptima para muchos procesos naturales. Del mismo
modo, las relaciones áureas llevan siglos usándose en pintura, escultura y
arquitectura. Todo ello hace que cuando una imagen esconde relaciones áureas,
pronto sea agradable a la vista dada la naturalidad y la frecuencia con las que
estamos acostumbrados a ver dichas proporciones en el mundo natural y en el
arte desde que somos pequeños. Así, una imagen con proporciones áureas
enseguida parece compensada y armónica.