Datos toma
Sulawesi (Indonesia) 2009. RAW. 22 mm. Af-S. Prioridad Abertura.
ISO 400. f/ 5,6. 1/20 s. Compensación exposición - 1 paso. WB día. Revelada en Lightroom. Flash TTL subexpuesto
-1 y rebotado en el techo.
Condiciones y técnica.
Tana Toraja es una región montañosa situada en el interior
de Sulawesi y descubierta hace poco más de un centenar de años por el hombre
occidental. Sus costumbres funerarias son curiosas y fascinantes. Su forma de
entender la muerte, sus espectaculares funerales y sus prácticas a la hora de
enterrar a los muertos son únicas en el mundo.
Después de disfrutar y fotografiar durante algunos días sus
costumbres y paisajes visité una de sus cuevas funerarias acompañado por este
chico, buen conocedor del lugar.
El lugar era totalmente oscuro en su mayoría, aunque en esta
foto no encontrábamos cerca de una entrada y se filtraba algo de luz. A ello he
de añadir que el candil que aparece en la imagen genera una cantidad de luz
bastante importante. Todo ello, permitía hacer tomas a pulso y sin flash,
ligeramente subexpuestas, a velocidades lentas e isos medios. Sin embargo estas imágenes generaban un gran contraste de
luces y sombras y los tonos del candil eran excesivamente cálidos (aunque
podían corregirse mediante un correcto ajuste del balance de blancos). Para mitigar esta situación decidí complementar la luz de la
escena con un ligero aporte del flash. En general, la mejor forma de trabajar
con el flash es usándolo en manual, aunque muchas veces el TTL puede suponer un
sistema más rápido y eficaz si no se dispone del tiempo suficiente para
trabajar en manual correctamente o bien para usarlo rebotado o en
configuraciones poco comunes. En esta foto aproveché la baja elevación del techo de la
cueva y su tono claro para rebotar el flash y lograr una iluminación homogénea
en la escena, que mitigase y homogeneizase las luces y sombras, muy duras, generadas
por el candil. En TTL el flash lanza un predestello de control y, a partir de
la evaluación del retorno del predestello, lanza el flash a la potencia
adecuada. Este uso es particularmente adecuado en al flash rebotado, ya que en
estas circunstancias los cálculos de de distancia y potencia se vuelven
difíciles al entrar en juego multitud de factores, como la distancia al techo, la textura y
color del mismo, el ángulo de incidencia… La técnica del flash rebotado se
acostumbra a usar en interiores con techos bajos y luminosos. El rebote del flash
en el techo hace actuar a éste a modo de gran reflector. La luz en la escena
acaba viniendo rebotada en una gran superficie y se dota a la escena de una luz
suave y muy natural en su ángulo de incidencia, ya que esta proviene de una
fuente de luz superior (como pasa con el sol) y no frontal como sucede con el
flash.
Se subexpuso la toma ligeramente por dos motivos: para
lograr ganar un paso de velocidad (a igual iso y abertura, una foto subexpuesta
un paso es el doble de rápida) y para lograr un aspecto más tenebroso. También
se subexpuso el flash para hacer que su luz fuese sutil y no rivalizase con la
del candil, sino que la complementase sin quitarle importancia y sin que
eliminase su temperatura de color característica (aunque la mitigase un poco y
la hiciese algo menos amarilla).
Composición
En esta escena el chico se esforzaba por iluminar los restos
humanos de la mejor forma posible para que yo los fotografiase, pero al
advertir su postura decidí rápidamente incluirlo en el encuadre.
La cabeza del chico y la calavera se sitúan en tercios
opuestos en la fotografía llenando el encuadre. Existe una clara diagonal que
dinamiza la escena, reforzada por la postura y mirada del chico, en lo que se
conoce como empatía dinámica, mediante la cual el espectador sigue los gestos y
miradas de los protagonistas en una escena.
La postura del chico presentando la escena me recordó a
muchos cuadros del renacimiento, en los que un elemento de la composición actúa
como nexo con el espectador y presenta la escena e invita a visualizarla,
generalmente dirigiendo la atención hacia zonas concretas de la obra y
reforzando el mensaje.
Además, en este contexto, el chico me pareció ofrecer un
plusvalor para un público concreto que no interfería con los valores antes
comentados: Este chico se movía con total indiferencia en una cueva rodeado de
huesos humanos, de adultos y de niños. Su naturalidad en este contexto, su
peculiar gorra blanca y negra e incluso su cara y aspecto, me hicieron recordar
en varios momentos a Tim Burton, y pensé que este chico y esta escena podrían
ser perfectamente elementos de alguna de sus películas.
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